Hace mucho tiempo que no he podido pasar por aquí a escribir nada. Para mí, la renuncia profesional que dicen que hacemos las mujeres al ser madres, es precisamente no poder ir más allá de lo que hacemos entre las cuatro paredes de nuestras aulas... Además, poco a poco, lo inmediato, breve y que nos exige poquita concentración, va desbancando a las formas de comunicar de hace tan solo unos años. Y así, hemos cambiado casi sin darnos cuenta, Instagram por los blogs, vídeos de 1 minuto y medio por los de 15 de antes, etc.
Pero quería compartir por esta vía, aunque sea brevemente, nuestra experiencia con el tangram en 4 y 5 años ya que a veces he compartido fotos en Instagram y me habéis pedido el material.
La gran ventaja que tiene para mí el tangram es que es un juego "de verdad", por lo que nuestro papel es "sólo" proponer jugar. Otro punto fuerte es que es obvio para los niños y niñas que el objetivo es formar las figuras propuestas. Si lo consiguen, ganan y si no, pueden hacer todas las pruebas que quieran moviendo las piezas, hasta que lo consigan.
Yo suelo trabajar mucho en 3 años con los bloques geométricos, al principio de forma libre y después con plantillas.
Y ya en 4 años, aparece el tangram. Comienzo por dejarles las siete piezas para jugar libremente, ya que de esta manera empiezan a establecer las primeras equivalencias entre las figuras y las medidas de sus lados. ¡Por cierto! Es muy importante que las 7 piezas sean del mismo color, para aislar este atributo que no aporta valor a nivel geométrico. En este momento, y aprovechando sus propias construcciones espontáneas como modelo ("¡Mirad lo que ha conseguido María! ¡Vamos a probar nosotros a construirlo.!"), propongo construir un cuadrado usando dos triángulos, una casita, un pez...
Después, les hago figuras del mismo tamaño que las que pueden formar con sus piezas, con las divisiones marcadas para que las busquen y las superpongan. Es importante insistir en dos normas básicas: deben usar las siete piezas para construir la figura y las piezas no deben salir del contorno del dibujo.
Es interesante observar la colocación que hacen del paralelogramo. Como se ve en estas dos últimas imágenes, es la única pieza que puede requerir ser volteada para ajustarse perfectamente al contorno dibujado.
Luego, tendrán las figuras del mismo tamaño pero sin divisiones. Intentamos contextualizarlas con el tema del proyecto que estén trabajando para que sea un material más atractivo y vean mejor lo que están construyendo. Pinchando aquí o en la imagen podéis descargar el tangram completo de los deportes.
En esta fase es donde deben empezar a poner en juego sus conocimientos geométricos, ya que, de primeras, tienden a buscar la pieza que más se parece a la sombra. Por ejemplo, si hay un cuadrado, tienden a usar el cuadrado, sin darse cuenta de que esa pieza pueden necesitarla en otro lugar y ahí les vendría mejor emplear dos triángulos.
El último paso, ya al final de 5 años, es darles la figura negra clásica del tangram, y que la formen sin superponer las piezas encima. Algunos niños y niñas ya hacen esto en la fase anterior, formando la figura sin superponer las piezas en la plantilla dada por nosotras.
El tangram que tenemos nosotras y cuyo tamaño encaja con las plantillas que podéis descargar, es el de la marca Miniland.
A mi el tangram siempre me ha parecido un juego difícil y os aseguro que es increíble como a los más pequeños les resulta mucho más fácil formar las figuras.