En mi centro estamos trabajando en Infantil con un método de la editorial Bruño. Y de las 24 fichas que tiene cada uno de los 13 cuadernillos, suelo tener que arrancar una media de 4 por lo absurdas que son y lo poco que se ajustan a la manera que tienen los alumnos de 5 años de desarrollar sus capacidades. El resto no son una maravilla pero entre unas y otras reforzamos el aprendizaje de la lectoescritura, hablamos de aspectos relacionados con la vida en sociedad o nos sirven para "evaluar" aprendizajes adquiridos por la vía de la manipulación y la experimentación.
Espero que los autores del método no estén convencidos de que con sus fichas de matemáticas y las cuatro propuestas de ampliación, los niños de Educción Infantil van a aprender a contar, a sumar, a restar, a resolver problemas o a identificarlas propiedades de los cuerpos geométricos. Y menos aún, nociones de geometría como puede ser la simetría.
Para trabajar este concepto se suele recurrir mucho al dibujo: completar la mitad de una cara, poner témpera en la mitad de un folio doblado y ver cómo queda la marca simétrica en el otro lado, unir piezas de puzzle correspondientes a las mitades de objetos simétricos, etc. Pero yo veía que con estas actividades el niño no tenía que tomar demasiadas decisiones en torno a la simetría.
Se divide un tablero de contrachapado tamaño A3 en dos partes (yo lo he hecho con una línea). Y a ambos lados se pegan con cola y a la misma distancia las bases de los tapones de los bricks. Después marcamos los tapones con gomets de distintas formas y colores y con dibujos que puedan orientarse (flechas, caras, casas, rayas y puntos, arcos, semicírculos, etc.).
Nosotros colocamos tapones en un lado de la línea de simetría y los niños deben completar el otro lado haciendo que quede simétrico. Yo empecé usando solo los tapones con gomets de colores y formas, en los que no había orientación. Jugamos todos en la asamblea dos veces y el material empezó a formar parte del rincón de lógica-matemática.
Después de un mes aproximadamente incorporé los tapones con dibujos que podían orientarse. Les costó un poco más colocar correctamente estos tapones pero iremos sacando los tableros al rincón en diferentes momentos del curso y seguiré jugando con los alumnos que tienen más dificultades.
Con dos tableros y los tapones que caben en ellos es suficiente para un rincón con capacidad de 6 niños. En caso de que se ocupasen todas las plazas del rincón, pueden jugar comodamente varios niños en el mismo tablero. A veces he forzado yo esta situación porque resulta muy enriquecedor el modo en el que los niños, con un lenguaje y desarrollo cognitivo similar, se explican entre ellos como colocar los tapones.