Me encanta trabajar con los nenes de 3 años, que llegan al cole y te miran buscando una "mamá" más que una "profe". Aprenden a jugar, a quererse, a hacer amigos, a lavarse y comer, y en el curso de 4-5 disfruto viendo cómo ya son niños y niñas que preguntan, hablan, tocan, construyen, crean y experimentan para entender con más profundidad la razón de todo lo que proponemos en el cole. Con los alumnos de 5-6 años es maravilloso lo feliz que se puede ser compartiendo con ellos momentos excelentes de enseñanza y aprendizaje, en los que de una propuesta cualquiera se puede extraer un zumo ultracondensado de motivación , alegría, emoción y las bases sobre las que se asentará todo su aprendizaje posterior.
Así que elaborar una tarjeta y un regalito para el día de la madre, sólo un mes y medio después del día del padre, un mes desde la portada del trimestre, dos días antes de la representación del cuento "Diez patitos de goma", justo a la vez que el día del libro, unos días antes del encuentro con autor, dos meses antes de la fiesta de despedida, etc, etc, etc; puede resultar algo agobiante o podemos aprovecharlo y que en lugar de escribir en una ficha y hacer la manualidad que propone su método, escriban algo para su mamá y la manualidad tenga su sentido al convertirse en una tarjeta y una pulsera para ellas.
Y la ventaja del curso de 5-6 años es que, con una gran autonomía por parte de los niños, podemos sacar gran partido a una actividad como esta.
Con mi grupo hemos aprovechado la goma eva que nos sobró de los llaveros que hicimos para el Día del padre y de los títeres de Diez patitos de goma para hacer esta tarjeta (puede hacerse con cartulinas de colores). Como veis con una plantilla he dibujado en goma eva de distintos colores el cuerpo del caracol y tres círculos de diámetro decreciente. Ellos los han recortado y montado sobre su tarjeta. Finalmente les hemos pegado unos ojos móviles y han pintado una boca al caracol. Por dentro han escrito unas cositas muy monas a sus mamás.
Nosotros, para completar el regalito hemos hecho estas pulseras con cuentas redondas y setas de distintos colores. Yo les cortaba el cordón y les ataba el nudo y ellos tenían que insertar las cuentas haciendo una serie (dos bolas-una seta o bola-seta-bola-seta) hasta alcanzar el número de bolas y setas que yo previamente había calculado para cada modelo.