Soy bastante contraria al uso de cartillas de lectura porque me parece que van ligadas a un enfoque nada funcional de la lectoescritura. Además he comprobado que los niños acaban aprendiendo a leer igual aun haciéndolo de otros textos mucho más motivadores a pesar de que a veces incluyan letras que "aún no se han dado". Por ello en 4 y 5 años organizamos un préstamo de libros en el que cada niño se lleva un cuento el fin de semana. En ambos cursos es fundamental que se lo lean sus familias y disfruten la historia y el momento tan bonito de la lectura pero en 5 años es importante que empiecen a participar progresivamente de ésta, primero buscando palabras en el texto, después leyendo alguna palabra, más tarde frases o diálogos y al final alguna página completa, siempre alternando con papá o mamá para conseguir terminar la historia y dar sentido a lo que leen.
Para sacar más partido al préstamo y que tengan que recordar y releer el título al devolver el cuento al aula, hacemos un registro. Cada alumno busca en un cuaderno el título del libro que ha leido y anota su nombre en una lista debajo. Después pega una pegatina según si le ha gustado mucho (pegatina verde), poco (amarilla) o nada (roja).
El cuaderno con los libros lo elaboro yo cada año. En 4 años las páginas se componen de las portadas escaneadas de los cuentos del lote de préstamo y el título en mayúsculas y minúsculas y debajo 20 casillas (tantas como alumnos) para poner los nombres de los niños que vayan leyendo ese cuento.
En 5 años cada página tiene nada más el título en mayúsculas y minúsculas y las casillas para los nombres.
Podéis descargar plantillas y portadas pinchando aquí o en las imágenes anteriores.
La primera semana todos los niños ponen su nombre en la casilla 1, después en la 2, etc. de tal forma que a medida que avanza el curso les encanta ver quienes ya se han leído el libro que a ellos le ha tocado y si ha gustado o no a otros compañeros.
En 4 años sobre todo se guían por la portada y sólo hacia final de curso analizan con un poco más de detalle el título. Pero en 5 años, al no haber foto, tienen que leer el título y resulta una actividad que les ayuda muchísimo a avanzar en la lectura con sentido. Me parece importante que en el proceso de transformar en fonemas lo que ven escrito busquen trucos para saber qué pone, aunque no puedan traducir toda grafía a su sonido correspondiente porque en ese momento no lo recuerden por no ser tan familiar (por no haberlo dado en Letrilandia, vamos). El conjunto de títulos es algo conocido porque cada semana los voy diciendo al repartirlos por lo que tienen ya una pista de lo que puede poner. Yo luego les insisto en que si han leído El árbol presumido no hace falta que lean todos los títulos completos hasta llegar a ese (que sería costosísimo al principio de 5 años) sino que sólo necesitan detenerse en los que empiecen por "El". Después les pregunto "¿y para que ponga árbol que letra debe venir después?" y ya sabemos que si después de "el" no hay una "a" tampoco será el cuento buscado. Así les facilitamos mucho el proceso, no pierden la motivación y van buscando estrategias para encontrar información escrita en textos.
Además, como hay varios títulos del mismo personaje (por ejemplo, La vaca Sara, La vaca Sara campesina o La vaca Sara y la tormenta de nieve) sí deben prestar atención cuando encuentren el de su personaje y continuar leyendo (o contando el número de palabras, fijándose en las letras que contienen, etc.) para ver si es el que buscan.
Para los alumnos que es muy complicado encontrar el cuento, sobre todo a principio de curso de 5 años, se lo escribo yo en una cuartilla y ellos deben buscar el título que es igual. Poco a poco se van después desprendiendo de este apoyo.
Otra cosa que a mí me encanta de la elaboración del registro es que se ayudan mucho unos niños a otros. El que es más capaz de leer (ayudante) le va leyendo despacio al niño ayudado los títulos incluso dándole explicaciones de por qué puede o no puede ser el suyo. Esto es fundamental en el proceso porque se entienden mucho mejor "de niño a niño".
Otra cosa que a mí me encanta de la elaboración del registro es que se ayudan mucho unos niños a otros. El que es más capaz de leer (ayudante) le va leyendo despacio al niño ayudado los títulos incluso dándole explicaciones de por qué puede o no puede ser el suyo. Esto es fundamental en el proceso porque se entienden mucho mejor "de niño a niño".
Respecto a la colocación de pegatinas en función de si les ha gustado mucho, poco o nada el cuento, a mí me parece muy interesante el darles la oportunidad de valorarlos de forma individual y un poco más "privada". Cuando les preguntamos en la asamblea "¿te ha gustado el cuento que te han contado este fin de semana?" me da la impresión de que casi se ven obligados a decir que sí pues es una pregunta muy directa y delante de todos sus compañeros. Al final del curso es interesante hacer una pequeña valoración y ver qué cuentos son los que más/menos nos han gustado. (En la entrada Gráficos de barras: ¿Qué cuentos nos han gustado más? podéis leer cómo lo hago yo en 5 años)
Yo realizo esta actividad en huequitos que vamos teniendo: al entrar a clase mientras nos sentamos en la alfombra, cuando acaban de desayunar, cuando acaban de recoger los rincones pero aún queda un poquito hasta que se van a comer, etc. Las tres o cuatro primeras semanas hay que estar más pendiente de ellos y de encontrar huecos y también tenemos que dedicar más tiempo porque les tenemos que ayudar más a buscar los títulos, a darles trucos, etc., pero luego ya van ellos solos siempre que tienen un ratito. Aunque siempre hay que llamar a 2 ó 3 niños para que busquen su cuento y anoten su nombre y ayudarles más, es una dedicación bastante pequeña de tiempo y esfuerzo por nuestra parte para las ventajas que tiene la actividad.
¡Así que si realizáis préstamos de cuentos os animo a que incorporéis el registro a vuestras rutinas!.