¡Vamos con algún juego más para hacer en casa con nuestros hij@s! La primera parte de esta entrada podéis leerla pinchando aquí.
Como ya os dije, en esta segunda parte voy a enseñaros materiales y propuestas que van a favorecer la consecución de alguna habilidad de tipo motriz.
Como ya os dije, en esta segunda parte voy a enseñaros materiales y propuestas que van a favorecer la consecución de alguna habilidad de tipo motriz.
1. BOTE DE CINTAS.
Consiste en un bote transparente perforado en la tapa. En dichos orificios se introducen cintas de colores y se hace un nudo en cada uno de sus extremos. Al cerrar la tapa quedan por fuera el inicio de las cintas. El bebé puede cogerlos y tirar de ellos hasta que el nudo final impida que salga la cinta.
Al principio simplemente les encanta chupar las cintas, pero después comienzan a ser capaces de elegir una y tirar de ella hasta el final, haciendo fuerza con los dedos para que no se les escape y con el brazo para tira.
2. HUCHA.
La idea para hacer este material y el siguiente nos la dió la educadora de la escuela infantil de Pablo (¡gracias, Cris!) y nos han funcionado fenomenal con nuestros dos hijos. La hucha consiste en un bote con tapa, en la cual hacemos una ranura para introducir discos, tapas, botones gigantes, etc. Yo he fabricado dos modelos: un bote grande forrado con goma eva para meter unas tapas blancas grandes todas iguales.
Y también usamos otro bote más pequeño para introducir botones de colores. Éste lo usamos aún con Ines para jugar a buscar el botón del color que le decimos y meterlo.
Consiste en un bote transparente perforado en la tapa. En dichos orificios se introducen cintas de colores y se hace un nudo en cada uno de sus extremos. Al cerrar la tapa quedan por fuera el inicio de las cintas. El bebé puede cogerlos y tirar de ellos hasta que el nudo final impida que salga la cinta.
Al principio simplemente les encanta chupar las cintas, pero después comienzan a ser capaces de elegir una y tirar de ella hasta el final, haciendo fuerza con los dedos para que no se les escape y con el brazo para tira.
2. HUCHA.
La idea para hacer este material y el siguiente nos la dió la educadora de la escuela infantil de Pablo (¡gracias, Cris!) y nos han funcionado fenomenal con nuestros dos hijos. La hucha consiste en un bote con tapa, en la cual hacemos una ranura para introducir discos, tapas, botones gigantes, etc. Yo he fabricado dos modelos: un bote grande forrado con goma eva para meter unas tapas blancas grandes todas iguales.
Y también usamos otro bote más pequeño para introducir botones de colores. Éste lo usamos aún con Ines para jugar a buscar el botón del color que le decimos y meterlo.
3. BOTE PARA INTRODUCIR PAJITAS.
Es un material parecido al anterior pero que requiere mayor coordinación. Cortamos pajitas por la mitad para que sean más fáciles de manejar por parte del niño y más fáciles de guardar en el propio bote. En la tapa de éste hacemos un orificio redondo del mismo diámetro que las pajitas y tendrán que meterlas por él.
En el cole, en el nivel de 3 años tengo botes de especias y palitos de colores. En cada bote hay una etiqueta con un color para que puedan clasificar los palitos.
4. CAJA DE CDS Y ANILLAS.
El objetivo de este material es que el bebé ensarte anillas en un palo. Usé una caja de 100 Cds vacía, con la tapa transparente y el soporte para los Cds negro con un palo en el medio (por donde se introducían los CDs). Para ensartar usé anillas de madera de cortina. El material se guardaba todo cerrando la caja, que al ser cilíndrica y transparente tenía también mucho atractivo visual y sonoro al hacerla rodar.
5. SACARINAS Y BOTE DE ESPECIAS.
Esta propuesta se me ocurrió un día en la cocina y sólo se puede hacer con la vigilancia constante de un adulto.
Había dejado a Inés un bote de pastillas de sacarina caducadas para que lo agitase como un sonajero. Pero esto no le era suficiente y, como no era transparente, quería averiguar que era aquello que había dentro pero que ella no podía ver. Le enseñé a sacar las pastillas apretando un botón y cuando tenía ya varias, se me ocurrió que las fuese metiendo en un bote de especias transparente que casualmente tenía unos orificios circulares del mismo diámetro que las pastillas de sacarina. Un ejercicio complicado para la motricidad fina de una niña de 1 año. Pero fué una propuesta tan motivante que no tardó demasiados días en conseguir sacar las pastillas y cambiarlas de bote.
6. CERILLAS Y CAJA DE FRUTA.
Después del "invento" anterior se me ocurrió hacer algo similar con una caja de esas de plástico transparente que contienen fruta y que tienen unos orificios en la base. Repasé el contorno de éstos con un rotulador azul para que fuesen visibles. Dejé en la bandeja unas pocas cerillas y el juego consistía en introducirlas por los orificios. Al ser una caja transparente, Inés veía las cerillas que ya había metido y le era además muy fácil recuperarlas levantando simplemente la caja.
7. CONFETI DE PAPEL DE SEDA.
¡Propuesta para pasar un rato divertidísimo! Cortamos en cuadraditos de 3cm de lado aproximadamente un bloc de hojas de papel de seda de colores surtidos y los dejamos caer sobre los niños. ¡Es precioso ver cómo caen planeando los confetis al tirarlos desde nuestra altura!
Cuando los colocamos en la palma de la mano y soplamos a la altura del niño ponen una cara de sorpresa... Al animarles después a que los soplen ellos favorecemos el fortalecimiento de la musculatura facial, imprescindible para el desarrollo del lenguaje oral.
Por último, podemos comenzar a introducirlos en una botella y animarles a que nos ayuden, trabajando la motricidad fina y coordinación.
8. POMPONES Y CUCHARA.
A Inés le ha encantado siempre dar de comer y manejar la cuchara así que aproveché unos pompones que tenía en casa y una cubitera para proponerle colocar cada pompon en un agujero de la cubitera ayudándose de una cucharita pequeña.
Es un excelente ejercicio de concentración y coordinación y trabajamos además la correspondencia uno a uno.
9. LIBROS DE FOTOS.
Los álbumes de fotos son un material esencial en nuestra casa. Desde los 8 meses aproximadamente se pueden fabricar con páginas de goma eva, en las cuales se pegan las fotos fácilmente y los niños pueden pasar las hojas sin dificultad.
Yo empiezo por fabricar uno de 8-10 fotos aproximadamente con alguna foto del bebé solo en el baño, comiendo o con su juguete favorito; alguna foto sólo con su hermano; alguna de padres e hijos y alguna de los abuelos.
Después, alrededor de los 12 meses, amplio el número de páginas para incluír a los tíos e incluso más familia que el niño haya visto alguna vez.
Y cuando veo que ya pueden pasar las hojas con facilidad, compro uno de fundas individuales para fotos de 10x15cm y así podemos incluir más fotos e irlas cambiando a medida que el niño va viviendo experiencias nuevas (viajes, escuela infantil, celebraciones familiares, etc.).
Espero que os haya gustado. ¡Nos vemos pronto con contenido ya más relacionado con el cole!